POST INVITADO: Los 10 mejores momentos de nuestra aventura en autocaravana por la Ruta Costera del Atlántico
Mi marido y yo pasamos dos semanas maravillosas conduciendo por Irlanda (para nosotros, era uno de esos “viajes que hacer antes de morir”). Decidimos alquilar una autocaravana en Irlanda con Bunk Campers para tener total libertad para explorar la isla a nuestro ritmo, pero sin renunciar a la comodidad. Cada día estuvo lleno de sorpresas y aventuras increíbles, por lo que es bastante difícil resumirlas todas, pero aquí os dejo nuestros 10 mejores momentos en este viaje a lo largo de la Ruta Costera del Atlántico:
10. Decidir de improviso encontrar la casa del famoso Father Ted en Burren
Cuando nos despertamos en nuestra autocaravana a las afueras de Galway y vimos que el sol estaba brillado ahí afuera, decidimos inmediatamente dirigirnos hacia el sur a los Acantilados de Moher. Por el camino, mi marido mencionó que le encantaría ver el parque nacional de Burren y encontrar la casa del protagonista de la clásica serie de TV irlandesa, Father Ted. Gracias a la libertad que proporcionaba nuestra casa sobre ruedas, pudimos hacerlo en ese mismo instante.
9. Cerrar el pub Matt Malloy’s en Westport
Un local nos había hablando de un pub llamado Matt Maloy’s. Conocíamos al grupo irlandés llamado Chieftains y, tras investigar un poco, descubrimos que Westport es en general un pueblo estupendo para disfrutar de música en directo. Lo que no conocíamos, sin embargo, era la calidad y la intensidad del grupo que tocó aquella noche. Estuvimos maravillados hasta que se encendieron las luces al final, haciendo algunos amigos locales, especialmente una simpática señora, Fidelma, que se hizo cargo de nosotros aquella noche (lo que implica muchas, muchas Guinness y más y más historias divertidas). Con suerte, nuestra autocaravana estaba aparcada literalmente a la vuelta de la esquina, por lo que volver a casa de madrugada fue sencillo y seguro.
8. Alojarnos en un castillo de verdad el día de San Valentín
Aunque nos encantaba nuestra autocaravana, quisimos tirar la casa por la ventana y pasar el día de San Valentín en el castillo de Kilronan. Rodeados de una atmósfera ostentosa propia de Downton Abbey, tenemos ahora unos de los mejores recuerdos de San Valentín de toda nuestra vida. Que estuviéramos deseando volver a la carretera al día siguiente no impide que presumamos de esa noche por el resto de nuestra vida…
7. Acampar en plena playa en Donegal
Desde la Calzada del Gigante, condujimos hacia Donegal y los acantilados de Slieve League, para acabar acampando justo en la playa de Rossnowlach. Esta playa nos sorprendió gratamente: era enorme, con arena fina y dorada y olas perfectas para surfear. Como buenos turistas ingenuos, no esperábamos eso de las playas de Irlanda. ¡Gracias, Irlanda, por demostrar que nos equivocábamos!
6. Resguardarnos de la tormenta en Connemara
Un viento feroz y un cielo gris tormentoso fue la mejor excusa para relajarnos a bordo de nuestra autocaravana y disfrutar del equipamiento que teníamos. Nuestra autocaravana era la Vista Plus, con un montón de espacio, cocina completa, baño con ducha caliente y una zona de descanso muy agradable. Preparamos nachos en el horno, abrimos unos cuantos botellines de cerveza, jugamos a las cartas y vimos algunas series online (incluso teníamos Wi-Fi a bordo). Fue una de esas noches de tormenta cuando te alegras de estar a solas con tu pareja, al calor del hogar.
5. Descubrir tesoros ocultos empleando la App de la Ruta Costera del Atlántico
Sliabh Liag, Mullaghmore Head, el monumento a la Gran Hambruna irlandesa y Croagh Patrick, por nombrar algunos. Pese a tener otras guías, había algo emocionante en el hecho de mirar rápidamente la App de la Ruta Costera del Atlántico y descubrir que tesoros ocultos estaban por nuestro camino. Catillos, casas históricas, abadías, sitios megalíticos, pubs, tiendas, miradores, playas… todo está incluido. Con esta aplicación y la independencia de nuestra autocaravana, podíamos elegir un lugar y dirigirnos directamente allí sabiendo que teníamos todo lo que necesitábamos a bordo… ¡y ningún horario!
4. Ir de pub en pub en Sligo
Tuvimos un flechazo con el pueblo de Sligo. Desde su paisaje dramático hasta sus raíces poéticas (pensad en William Butler Yeats), pasando por callejones empedrados, tiendecillas tradicionales y puentes que cruzan el río una y otra vez… todo ello creaba la atmósfera perfecta para nosotros, sin mencionar, por supuesto, los numerosos pubs irlandeses. Al caer el día, aparcamos nuestra autocaravana para pasar la noche en Beach Bar Sligo. Allí disfrutamos de unas cuantas pintas de Guinness y algunos juegos de cartas hasta que regresamos a casa para preparar una cena de madrugada y quedarnos dormidos con el sonido de las olas llamando a nuestra puerta.
3. Crear una oficina donde quería
Como fotógrafa freelance, trabajo todo el tiempo desde cualquier lugar. Lo mejor de la autocaravana es que podía trabajar en lugares increíbles. El comedor era grande y cómodo, por lo que tenía espacio para mi portátil, revistas y varias cámaras para estar segura de que lo había capturado todo. Incluso cuando no estábamos conectados a la electricidad en un camping, podía continuar con el trabajo: tan fácil como cargar mis aparatos en una cafetería durante el día o en un pub por la noche. Aunque espero que no tengáis que trabajar durante vuestro viaje a Irlanda, está bien saber que puedes hacerlo si lo necesitas.
2. Salir a la carretera en busca de aventura cada día
No solo vivíamos una aventura nueva cada día, sino que lo hacíamos sabiendo que nada estaba demasiado lejos. Podíamos tirarnos el tiempo que quisiésemos en las carreteras más estrechas o ir más rápido en las principales y nada quedaba muy lejos. La VistaPlus puede hacer casi todo con propano (calentar el agua de la ducha, enfriar el frigorífico, encender el fuego de la cocina e incluso proporcionar calefacción de suelo), por lo que podíamos partir a la aventura cada día con la seguridad de saber que teníamos todo lo que necesitábamos con nosotros.
1. Admirar el atardecer en los Acantilados de Moher
Habíamos oído tantas maravillas sobre los Acantilados de Moher que teníamos el miedo de que nos defraudaran. Puedo asegurar que no fue así: no puedo comparar estos acantilados con nada de lo que haya visto en mi vida. Tuvimos suerte y fue un día realmente soleado, lo que implicó una puesta de sol increíble. Gracias a que teníamos la autocaravana, no teníamos prisa y nos pudimos quedar allí hasta que cayó la tarde. Esto sucedió el último día de nuestro viaje y, sinceramente, no puedo imaginar un final mejor para nuestra aventura en Irlanda.
Kate Siobhan, Periodista de Viajes y Fotógrafa
¿Quieres vivir estos y muchos otros momentos inolvidables en la Ruta Costera del Atlántico? Es tan sencillo como alquilar una autocaravana en Irlanda con Bunk Campers.
Para más información, precios y reservas, puedes usar nuestro motor de búsqueda online, llamar al +44 2890 813057 o enviarnos un email sin compromiso